1988 del mes de junio, Héctor Lavoe se preparaba para dar un concierto en su natal Puerto Rico, los promotores anunciaron a los artistas que se presentarían esa noche que no había dinero para pagarles, todos decidieron irse, a excepción de Héctor que dijo que tocaría gratis.
Pasaron tres canciones para que los organizadores del evento decidieran suspender el concierto y mientras Lavoe cantaba los mismos decidieron acabar con éste quitando las luces y el sonido del espectáculo salsero.
Héctor se encontraba devastado por no poder entregarle a su público lo mejor de él, ya había pasado la muerte de su hijo Hectito Jr y su alma estaba desgarrada, horas más tarde sucedería una de las tragedias que aceleró la muerte de Héctor, cuando agobiado por las drogas y la tristeza decide lanzarse del noveno piso del hotel Regency de Puerto Rico.
En el anterior video se puede observar la situación de lo que pasó aquel día negro para la historia de la salsa.Triste la situación del "Cantante de los cantantes", pero no hubo droga que pudiera llenar más a Héctor que el amor de su público, aquel al que le entregó todo, hasta su último respiro y éste le retrubuyó haciéndolo inmortal.
"El Cantante" nunca morirá, siempre estará presente en cada canción, en cada "Noche de Farra", "Vagabundeando" por "Calle luna, calle sol", recordando que cada tristeza solo fue un "Periódico de Ayer", porque en cada salsero jamás existirá "Ausencia" de su voz.
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